Innovación y entorno Fintech
Junto con Global Payments, Samsung, Visa y Arval (empresa del Grupo BNP Paribas), CaixaBank ha impulsado la creación de un centro de innovación en España: Payment Innovation Hub.
Especializado en el comercio y medios de pago, busca ofrecer soluciones innovadoras a las demandas de los consumidores, mediante la aplicación de las nuevas tecnologías. Entre sus proyectos se encuentran los «pagos invisibles», para eliminar las colas en los comercios, el entorno Fintech o los coches conectados, permitiendo el pago en gasolineras sin bajar del vehículo.
Por otra parte, y con el foco puesto en mejorar la experiencia de los clientes, CaixaBank puso en marcha en 2018, junto con Telefónica, Seat, Aigües de Barcelona y Naturgy, Start4big. Su objetivo es impulsar la innovación apoyando a startups con proyectos disruptivos, tanto a nivel nacional como multinacional.
En cuanto a colaboraciones con el mundo Fintech, en marzo de 2018 CaixaBank llegó a un acuerdo con la empresa española SocialPay, con el fin de poder ofrecer un nuevo sistema de pago dentro del comercio electrónico.
SocialPay es un sistema que gestiona pagos en depósito, es decir, permite que el comprador no pague de forma directa al vendedor, ya sea en un Marketplace o en una tienda online, sino que queda en una cuenta intermedia. Una vez el cliente ha recibido el producto o servicio, se libera el pago al vendedor.
Datos generales
Fundado en 1881 en Barcelona, el Banco Sabadell cuenta con 12,1 millones de clientes, de los cuales 4,4 millones utilizan canales digitales para contactar con el banco.
Además de España, Sabadell amplía su presencia internacional operando en Reino unido, bajo la marca TSB, y en México.
La aplicación de Sabadell es utilizada por 2 millones de clientes, desde la cual pueden:
- Contratar los productos que Sabadell pone a disposición de sus clientes, sin ser necesario realizar la gestión desde una oficina, incluyendo los seguros.
- Recibir información de los cambios que se han producido en la cuenta bancaria, así como los pagos realizados con la tarjeta.
- Permite retirar dinero de los cajeros sin necesidad de utilizar la tarjeta, y realizar transferencias al instante hasta 15.000 €
- Además, con Sabdell Wallet se pueden realizar compras y envíos de dinero a contactos a través del móvil, mediante la aplicación Bizum.
En cuanto a nuevas tecnologías, Sabadell ha creado InnoCells, desde el cual, diseñan e impulsan nuevos negocios digitales. Realizan tanto inversiones directas como adquisiciones de carácter digital y tecnológico, colaborando con las startups con el fin de poner al servicio de los clientes nuevos servicios digitales.
Entre sus actividades, se encuentran:
- La inversión en 2019 de 1,6 millones de euros en Bud, una plataforma británica que integra soluciones y productos financieros en un Marketplace. Comenzó como solución B2C, personalizando los servicios que demandaba el cliente, y debido al crecimiento de la Fintech, han evolucionado hasta ofrecer servicios B2B.
La adquisición en 2020 de las startups españolas Instant Credit y Paycomet, antes conocida como Paytpv. La primera ofrece créditos instantáneos para realizar compras tanto en tiendas físicas como digitales. Por su parte, Paycomet es una plataforma de pagos online, cuyo objetivo principal es la de facilitar ayuda a negocios B2C y B2B.
Bajo el lema «Si llevas móvil, llevas dinero«, y con el foco puesto en desarrollar una aplicación que permitiera a los clientes realizar pagos a través de sus móviles, para hacer frente a las ya existentes de las grandes compañías, así como a las soluciones propuestas por las Fintech, nació en 2016, Bizum.
Bizum es una plataforma de pagos en tiempo real integrada en la app de los principales bancos españoles. Hasta el momento, sus usuarios pueden realizar pagos o pedir dinero a amigos con solo introducir su número móvil o seleccionarlo de la lista de contactos, así como realizar donaciones a ONGs.
En el caso de que se realice un pago a un usuario que no tenga activado Bizum, el envío permanecerá pendiente durante 2 días, no llegando a efectuarse la transacción si el destinatario no ha accedido al sistema de pagos.
Una de sus últimas actualizaciones es la de realizar compras online, y, próximamente, esperan poder añadir el servicio de pagos en comercios.
Se establecen unos límites en su uso, para garantizar la seguridad del servicio a sus más de 6,5 millones de usuarios.
Si bien, hay que tener en cuenta que no todos los bancos ofrecen las mismas condiciones, estableciendo sus propios límites de operaciones que se pueden realizar al día o la cantidad máxima que se puede transferir, por lo que es importante consultar la política de uso con la entidad financiera.
Es más, aunque en un principio los servicios de Bizum proporcionados desde las aplicaciones de pago de los bancos son gratuitos, no todas las entidades siguen esta línea, como son Bankinter y BBVA.
Para poder gestionar el sistema de pagos entre particulares, se constituyó la Sociedad de Procedimientos de Pago. Es propiedad de 27 entidades bancarias que operan en España, siendo el principal accionista Caixabank con un 23% del capital total, seguido por el BBVA con casi un 16% y el Santander con cerca de un 14%, como se puede ver en el Gráfico 5-5.
En cuanto a temas de seguridad, son los bancos los encargados de verificar la identidad del cliente a la hora de realizar una trasferencia desde sus cuentas bancarias, y en caso de que se pierda el móvil, se bloqueará el servicio, de una forma similar al de las tarjetas.
Uno de los bancos que no ha participado en el proyecto de Bizum, y que de momento no se ha unido, es el banco online ING.
La institución financiera con sede central en Ámsterdam, desarrolló su propia aplicación de pagos, Twyp. Permite su uso de forma gratuita a cualquier persona, mayor de 14 años, sin importar del banco que sea.
Sin embargo, los bancos españoles no son los únicos que ofrecen un sistema de pagos en comercios y entre particulares a través del móvil. Hay varias aplicaciones similares en Europa que también han surgido de la colaboración de varias entidades financieras, entre las que se encuentran:
- Paylib, solución de pagos francesa creada en 2013, en la que los bancos colaboradores como BNB Paribas, La Banque Postale o Crédit Agricole, ofrecen servicios de forma gratuita a más de un millón de usuarios.
- Paym, la versión de la banca británica, disponible en más de 10 entidades como Barclays, HSBC, Lloyds Bank, Bank of Scotland o el Banco Santander. Desde que fue lanzada en abril de 2014, la aplicación cuenta con más de 4 millones de usuarios.
- Swish, el servicio lanzado en 2012 por seis de los mayores bancos que operan en Suecia, en la actualidad, supera los 7 millones de usuarios. Danske Bank, Forex Bank o Handelsbanken son algunas de las entidades colaboradoras. En 2017 añadieron una
opción de pagos a través del uso de códigos QR (Quick Response code), para facilitar y hacer más rápido el proceso.
De igual modo, es preciso señalar que este tipo de aplicaciones de pagos ya son ofrecidas por importantes compañías tecnológicas, al igual que por la mayoría de los neobancos descritos en el capítulo anterior.
Empresas como Apple, han puesto en marcha recientemente la funcionalidad de envío y recepción de dinero entre los usuarios de su aplicación Apple Pay, o PayPal, que adquirió la Fintech Venmo, la cual, también permite hacer transferencias entre particulares desde el móvil.
En España, cabe destacar el caso de la startup Verse, creada en 2016 y que cuenta con más de 500.000 suscriptores. Se ha convertido en la primera app de pagos en del panorama Fintech español en obtener la licencia de entidad de pago, proporcionada por Lituania.
De esta forma, puede gestionar transacciones financieras sin necesidad de depender del sistema bancario tradicional, permitiendo a la entidad operar en Europa, y así facilitar la expansión a otros mercados, como Italia, Portugal y Francia.
Según declara el presidente de Verse, Bernardo Hernández, su principal objetivo es convertiste en aplicaciones como Alipay y WeChat, que cuentan con millones de usuarios en todo el mundo, y donde el pago es la actividad central que sirve de base a muchas otras.
Por el momento, ofrecen la posibilidad de enviar dinero entre los contactos del usuario, pudiendo crear grupos para compartir gastos, como los de un regalo, una cena o un viaje. Y su nueva funcionalidad, permite el pago a través de un código QR, sin necesidad de tarjetas.
No buscan convertirse en un banco, y aseguran que su proceso de pagos es más rápido que Bizum, necesitando la mitad de tiempo que la app creada por los bancos españoles. Bastan 12 segundos para completar la transacción.
Oportunidades y desafíos para la banca
La irrupción de las Fintech en el sector financiero, y en especial de los Neobanks, obligan a los bancos a tomar medidas con el objetivo de adaptarse a las nuevas tendencias y exigencias de los consumidores.
No obstante, la transformación digital que están llevando a cabo las entidades tradicionales, pone de manifiesto las dificultades a las que se enfrentan estas empresas a la hora de aplicar las nuevas tecnologías en sus modelos de negocio.
Algunas de las desventajas que presenta la banca tradicional frente a las nuevas empresas tecnológico-financieras, como así lo indica el informe realizado por The Economist, The disruption of banking, son:
- La regulación, que, si bien establece las normas que protegen el negocio de la banca, también supone una restricción en sus estrategias de futuro para responder a la entrada de las Fintech.
Ya sea por el aumento de los requisitos de capital o el mayor control de las prácticas en materia de gestión de riesgos, las nuevas normativas aplicadas por las autoridades frenan, en muchos casos, la modificación de sus modelos de negocio actuales.
- Una estructura de empresa rígida y un legado de sistemas tecnológicos complejo, sumado a una cultura de empresa que no permite una rápida adaptación a los cambios, hacen que cubrir las nuevas necesidades de los clientes requiera un mayor esfuerzo que a los nuevos competidores tecnológicos.
- La dificultad para atraer y retener talento, frente a grandes compañías tecnológicas (Bigtech), o las propias Fintech.
A su favor, las entidades tradicionales cuentan con un gran número de clientes, una larga experiencia en el cumplimiento de la normativa establecida, así como conocimiento de la administración del riesgo, que les permite utilizarlo como punto fuerte para colaborar con las principales Fintech.
En concreto, disponer de una gran base de clientes les permite tener acceso a multitud de información sobre su gestión de las finanzas o productos que les interesan, entre otros, convirtiéndose en una ventaja a la hora de poder desarrollar nuevos productos a partir de ese análisis de datos, y que son de gran utilidad para las empresas emergentes.
Es más, frente a los nuevos entrantes en el sector financiero, cuentan con capital suficiente para realizar inversiones que les permitan innovar en sus propios productos, sin necesidad de tener que recurrir a capital externo.
Sin embargo, la entrada de las Fintech en la industria financiera también ha ampliado las posibilidades de los bancos para realizar una transformación del negocio con mayor agilidad, permitiendo ofrecer servicios que se ajusten mejor a la demanda de productos digitales y reduciendo los costes.
Con todo ello, los rasgos que definen a la banca tradicional siguen implicando, en gran medida, un obstáculo para hacer frente a las condiciones del nuevo entorno financiero, tal como señala Retail Banking 2022 Evolution or Revolution.
En el informe elaborado por PwC se recogen las prioridades que debe tener en cuenta la banca en vista al futuro, para mejorar su posición respecto a los nuevos competidores que presenta el sector en la actualidad.
- Desarrollar un modelo de negocio centrado en el cliente, ofreciendo productos simplificados y mejorando la experiencia del cliente.
- Optimizar la distribución de sus productos y servicios, optando por los canales digitales.
- Simplificar el modelo de negocio con el fin de aumentar la rentabilidad, mejorar el servicio y reducir los costes, entre otros.
- Hacer de la información una ventaja competitiva. Los bancos disponen de grandes bases de datos relativos a las preferencias de sus clientes, que pueden ser utilizados en desarrollar nuevos productos que se adapten a sus necesidades.
- Fomentar la innovación en diferentes aspectos del negocio, desde las infraestructuras, a los productos y plataformas que se ponen al servicio del cliente.
- Realizar un manejo proactivo del riesgo, capital y regulación, para evitar situaciones como la producida en 2008.
Bajo esta premisa, el informe advierte de la diferencia que existe entre la preparación de las entidades financieras frente a los retos anteriormente citados, y la importancia que tienen para la mejora de sus negocios.
Una gestión proactiva del riesgo y la creciente relevancia del cliente en el modelo de negocio, destacan como las principales actividades en las que centrarse en sus estrategias de futuro.
Si bien, el 90% de los directivos que participaron en la elaboración del informe, coinciden en que estas medidas son especialmente relevantes, solo un 20% de ellos reconoce que su entidad está preparada para ponerlas en marcha.
Clientes digitales, que demandan servicios más personalizados, y un sector financiero muy concentrado, en el que se ha producido un aumento de la competitividad debido a la entrada de las Fintech, son los aspectos del nuevo panorama financiero que obligan a las entidades tradicionales a adecuar sus estrategias al entorno.
Recuperar la confianza de los clientes, tras la crisis de 2008, sigue siendo uno de los principales objetivos de las entidades financieras. Y son los clientes los que cobran cada vez mayor importancia en los modelos de negocio, centrándose en ellos las estrategias de las empresas, en vez de que el foco solo se dirija al desarrollo del producto.
Como consecuencia, cada vez son más los bancos que apuestan por asociarse con Fintech que les permitan renovar con mayor facilidad la oferta de servicios que tienen en la actualidad, y de esta forma, conseguir atraer a las nuevas generaciones, que se sienten más identificados con los nuevos entrantes del sector.
Muchas de estos acuerdos son con Neobanks. Si en un principio veían a los bancos como sus principales oponentes, ahora se abre la posibilidad de obtener el apoyo de empresas con una gran experiencia dentro del sector, que cuentan con una extensa base de clientes.
Por su parte, los bancos, consiguen llegar a los consumidores más jóvenes, ampliando aún más su red de clientes y su presencia en otros mercados, teniendo la posibilidad de incorporar a su gama de productos soluciones innovadoras basadas en las nuevas tecnologías.
Las entidades españolas, aunque no están a la cabeza respecto a sus competidoras en otros países, han llegado a acuerdos muy relevantes con grandes empresas Fintech.
Los casos que mejor describen esta nueva tendencia de colaboraciones son, la adquisición por parte de BBVA del neobanco estadounidense Simple, así como su participación en Atom Bank, o los acuerdos del Banco Santander con Fintech como Funding Circle o Ripple.
Así mismo, dentro de los esfuerzos que están realizando las entidades financieras tradicionales por adaptarse a los nuevos consumidores y competidores, cabe destacar la apuesta por la innovación dentro de la propia empresa.
Desde la creación de bancos digitales, como los casos de Openbank e Imagin Bank, hasta la colaboración entre varios bancos para lanzaran una plataforma de pagos como Bizum, buscan competir con los servicios que ya ofrecían grandes compañías como PayPal o Apple, así como los desarrollados por las Fintech.
Todas estas opciones, amplían de forma considerable la oferta de servicios financieros que había hasta hace unos años, beneficiando en gran medida a los consumidores. No solo por la variedad de alternativas, sino por el grado de personalización, la rapidez, sencillez y transparencia que las caracterizan, aumentando el control que los clientes tienen sobre sus finanzas personales.